No hay nada peor que una bañera sucia. Bueno sí, peor aún, una bañera muy sucia. De hecho, dentro de las tareas comunes del hogar, limpiar el baño en la mayoría de las ocasiones no le apetece a casi nadie. Y si encima supone también tener que agacharse y limpiar la bañera (o el plato de ducha), es posible que se convierta en una tarea aún más incómoda. La suciedad de la bañera en forma de cal, humedad en forma de moho negro, pelos que se acumulan durante meses y al final se convierten en un incómodo visitante…
Lo cierto es que, aún cuando limpiemos la bañera de vez en cuando, en ocasiones puede ser necesario no solo hacerlo más a menudo, sino ser más concienzudos, sobre todo con aquellos elementos que pueden ensuciarse más, o que en definitiva pueden acumular más cantidad de suciedad. Por tanto, ¿cómo podemos limpiar una bañera muy sucia, y además fácilmente? Lo cierto es que el vinagre de manzana se puede convertir en un limpiador natural excelente. Te descubrimos cómo y por qué.
¿POR QUÉ SE ENSUCIA NUESTRA BAÑERA? ALGUNAS CAUSAS COMUNES
Tomarse un baño relajante, en la comodidad de nuestra propia casa, puede convertirse en una tarea deliciosamente única: el agua está muy caliente, y luego nos sentimos perfectamente limpios. Sin embargo, ¿en alguna ocasión te has preguntado exactamente qué tan limpia está la bañera?.
Los baños, incluso los más limpios, están siempre cubiertos de gérmenes. De hecho, los microorganismos respiratorios y los virus gastrointestinales son solo algunos de los que podrían estar compartiendo contigo en el baño. Pero no debes preocuparte: si limpias el baño con regularidad, posiblemente esté bien.
Es más, se calcula que solo entre un 1 a un 2 por ciento de todos los gérmenes tienden a ser patógenos, lo que significa que sí pueden acabar enfermándonos. Por tanto, existe la posibilidad de que podamos pillar algo, pero si llevamos a cabo una buena higiene personal, tanto doméstica (higiene) como alimentaria, el riesgo es verdaderamente bajo. En caso contrario, si no fuera así, estaríamos enfermos siempre, casi prácticamente cada mes.
Aún así, aún cuando llevemos a cabo una limpieza semanal, y mantengamos una ventilación adecuada, dado que el baño es una estancia húmeda, que suele permanecer mojada la mayor parte del tiempo, es tremendamente fácil que se forme moho, de manera que la humedad puede terminar propiciando la formación de moho, y otros gérmenes también pueden acabar prosperando en ese tipo de ambiente.
Por ejemplo, el moho puede crecer fácilmente en la cortina de la ducha o de la bañera. Y aunque pueda sonar tremendamente asqueroso, dado que las esporas de moho son en realidad microscópicas, si puedes verlas y ver su color negro tan característico, literalmente podría significar que millones o miles de millones de esporas estarán presentes.
Los gérmenes también pueden cubrir las paredes de la ducha, y puedes tocar fácilmente la superficie afectada, y luego tocarte la boca. Por tanto, también es imprescindible asegurarte de limpiar bien las paredes de tu ducha con algún limpiador de baño común, o con vinagre, cada vez que limpies el baño.
Por otro lado, los hongos pueden también prosperar en la alcachofa de la ducha, lo que puede resultar -además- verdaderamente desagradable, en especial la variedad Mycobacterium Avium, relacionado con la enfermedad pulmonar.
CÓMO LIMPIAR LA BAÑERA CON VINAGRE, FÁCILMENTE Y DE FORMA EFECTIVA
A la hora de limpiar la bañera solo necesitarás dirigirte a tu despensa y conseguir uno de los clásicos de limpieza más naturales y tradicionales que existen: vinagre blanco. Luego, una vez lo tengas en la mano, necesitarás seguir los pasos que te proponemos a continuación:
- Empezaremos rellenando una botella de spray con una combinación 50/50 de vinagre blanco y agua tibia. Una vez combinadas, cierra la botella de spray con la tapa y agítala bien para que ambos ingredientes se mezclen bien.
- Rocía la superficie de la bañera (o de la ducha) con la mezcla, y deja reposar la solución durante al menos 15 minutos, para que pueda actuar profundamente.
- Luego limpia la zona con un paño de microfibra, o con una esponja.
- Para terminar, enjuaga con agua limpia, y procede a repetir el proceso de nuevo, limpiandolo nuevamente.
En caso de que haya alguna que otra mancha, y que sea un poco más difícil de retirar, solo tendrás que rociar la bañera con un poco de bicarbonato de sodio, para luego rociar la solución que te hemos propuesto anteriormente.