No se trata de tirarlo todo, sino de deshacerte de objetos o prendas de ropa que ya no usas o que no forman parte de tu vida. Es un ejercicio liberador y que también te ayudará a tomar consciencia de lo que tienes. Y si te gusta rodearte de muchas cosas, hazlo, pero que siempre al mirarlas o usarlas te hagan esbozar una sonrisa. ¡Vamos a ello!