El jabón potásico es un compuesto formado por agua, aceite vegetal e hidróxido de potasio (potasa o potasa caustica).
Además de sus cualidades como quitamanchas, tiene una efectiva actividad como insecticida casero, ecológico y natural para prevenir las plagas más comunes que atacan a la huerta.
Cuando el aceite vegetal entra en contacto con el hidróxido de potasio se produce una reacción química, de la que surge una glicerina soluble en agua. Esa mezcla tiene un PH alcalino y no posee ningún efecto tóxico para las personas ni las mascotas como tampoco para los cultivos del hogar.
LOS USOS Y BENEFICIOS
El uso principal del jabón potásico es para combatir a los pulgones. Su acción se da por contacto directo: cuando toca a los pulgones, les daña el esqueleto y los insectos mueren, con la gran virtud de que no tiene ningún efecto nocivo sobre otros insectos benéficos y polinizadores de mayor tamaño como por ejemplo las abejas.
Al mismo tiempo, este insumo limpia la planta. Comúnmente, los pulgones exudan una melaza azucarada que resulta sumamente atrayente para otras plagas como, por ejemplo, las hormigas. Mediante la acción de limpieza, estas defoliadoras no acuden a la planta debido a la acción del jabón.
A su vez, es un buen repelente para los hongos fitopatógenos que muchas veces atacan a nuestros cultivos de la huerta debido a que tiene efecto fungicida.
Como es biodegradable, una vez que se desprende del cultivo y cae a la tierra, se convierte en carbonato de potasio, la propia tierra lo asimilará y convirtiéndose en un componente más, enriqueciendo la tierra.
CÓMO PREPARARLO, APLICACIÓN Y DOSIS
Si bien puede aplicarse en cualquier momento del día, lo recomendable es al amanecer o al atardecer, nunca durante pleno sol, ya que podrían quemarse las hojas. Del mismo modo, debe evitarse los días lluviosos o ventosos para no perder su efecto insecticida causa de la deriva o el lavado por agua de lluvia.
Es importante aplicar tanto en el haz como en el envés de las hojas, para asegurarse el contacto del producto con el blanco.
En cuando a las cantidades para preparar el jabón, se estima una dosis máxima de 25 gramos de jabón por cada litro de agua, aunque siempre dependerá de la situación en particular.
Para prepararlo de forma casera, basta con verter el jabón en un balde a razón de la proporción indicada y revolver con una cuchara de madera. Es importante que el agua esté caliente pero no llegue a hervir para que se disuelva bien la mezcla.
Finalmente, se debe colocar el jabón preparado a razón de 200 mililitros por cada litro de producto final que se desea preparar. En este caso, serán 800 mililitros restantes de agua.
Los materiales a utilizar para prepararlo son:
- Jabón potásico
- Agua
- Balde
- cuchara de madera
Por su parte, la frecuencia de aplicación es cada tres o cuatro días, de manera tal de dejar un descanso entre tratamientos.