Mucha gente tiende a hacer la cama justo después de levantarse. Sin embargo, según los expertos, parece que este hábito tiene sus caídas. Es decir, al hacer tu cama, en realidad estás atrapando millones de ácaros del polvo entre las sábanas. Estas bacterias prosperan en las células muertas de la piel y el sudor y pueden causar alergias y asma.
Por otro lado, si dejas la cama sin hacer, expones las bacterias al aire fresco y al sol que las deshidrata y las destruye. Los científicos explican que durante el sueño sudamos. De hecho, la cantidad media de sudor que producimos asciende a un litro de líquido por noche. El sudor es el entorno ideal para los ácaros del polvo.
Según las estimaciones, la cantidad de ácaros del polvo que residen en su cama es de aproximadamente 1,5 millones. Su existencia no es lo que causa un problema, sino lo que dejan atrás. Más precisamente, sus excreciones son responsables de las alergias al polvo y los brotes de asma.
Carolyn Forte, directora del laboratorio de limpieza del Good Housekeeping Institute, explica que dejar la cama sin hacer durante algún tiempo después de despertarse por la mañana es una excelente decisión, ya que las sábanas tienen tiempo para secarse después de dar vueltas y vueltas durante la noche.
Además, es importante lavar las sábanas cada dos semanas así como las fundas de las almohadas.
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