No hay duda de que la moda está a nuestro servicio para sacar el mejor partido de ella. En muchas ocasiones, no solo buscamos la comodidad o ir a la última, sino también rejuvenecernos mágicamente con nuestras compras. Este efecto es fácil de conseguir según el color que fichemos para acompañar a nuestra imagen, sobre todo en la parte superior del cuerpo. Por eso -y como, por ejemplo, consigue Máxima de Países Bajos o la reina Letizia– vamos a presentar la paleta cromática que más favorece a mujeres que ya han cumplido los 50.
Naranja
Es uno de los colores comodín por varias razones. Por un lado, favorece a todo tipo de edades y tonalidades de piel y, por otro, es muy fácil de combinar. Y aunque muchas veces se piensa que es un tono solo para los meses más cálidos, también es perfecto para cuando bajan las temperaturas y serán la dosis extra de ‘vitamina’ en días grises. En la imagen, la supermodelo y presentadora de televisión Heidi Klum (50).
Blanco
Simboliza pureza y a las pieles más oscuras le sienta especialmente bien. Además, su poder luminoso hace que puedas conseguir realzar tus facciones solo con acompañar tu rostro de esta tonalidad neutra, la más tradicional para un vestido de novia. En la imagen, la actriz Salma Hayek (57).
Beis
Es muy favorecedor porque tiene un poder relajante y es muy fácil de combinar. Se puede conjugar con tonalidades muy parejas o incorporarlo a un look dónde también añadas una pincelaba de color blanco o en amarillo, siendo el tándem más rompedor. En la imagen, la actriz y cantante Jennifer Lopez (54).
Fucsia
En los últimos años, este tono vibrante se ha convertido en el más demandado, sobre todo gracias a la firma Valentino. Y no solo se lleva en ropa de fiesta sino también en todo tipo de prendas como hace la actriz y presentadora de televisión Sofia Vergara (51) con su abrigo largo. Con este color, no necesitaras muy más para iluminar tu rostro.
Azul eléctrico
Cate Blanchett (54) es una de las mujeres que más arriesga con la moda, incluso dándoles segundas oportunidades. Ella sabe bien que le favorece y no tiene miedo a arriesgar, por ejemplo, con tonalidades tan potentes como un azul eléctrico que sienta muy bien. Eso sí, lo compensa combinándolo con negro para equilibrar la imagen global.