¿Sabías que las almendras remojadas durante la noche pueden brindarte tantos beneficios para la salud que es difícil nombrarlas todas? Todo esto se debe al alto contenido de muchas vitaminas y minerales clave, como vitamina E, zinc, calcio, magnesio y ácidos omega 3.

¿Por qué es bueno remojar las almendras antes de comerlas?

Las almendras secas contienen una enzima que actúa como inhibidor que protege la almendra hasta que la semilla entra en un ambiente suficientemente húmedo para que germine.

Comer almendras remojadas ayuda al cuerpo a digerirlas más fácilmente y facilita la absorción de más nutrientes. De hecho, muchas nueces son más fáciles de digerir si se sumergen en agua durante la noche antes de comerlas.

¿Cuáles son los beneficios de consumir almendras remojadas a diario?

Los ácidos grasos monoinsaturados, las proteínas y el potasio presentes en las almendras sirven a tu corazón. La vitamina E reduce el riesgo de enfermedades cardíacas y el magnesio previene un ataque cardíaco. Las almendras también tienen la capacidad de aliviar la inflamación que podría dañar las arterias.

• Añaden energía

La mejor manera de aumentar sus niveles de energía es comer un puñado de almendras todos los días. Como resultado, el cuerpo produce más energía y el metabolismo se acelera, todo gracias al manganeso, el cobre y la riboflavina presentes en las almendras.

• Bajan el colesterol

Debido al contenido de vitamina E y calcio, las almendras son uno de los mejores productos para reducir el colesterol.

• Son buenos para el cerebro

Las almendras son tesoros de muchos nutrientes que promueven el desarrollo del cerebro. Por ejemplo, contienen riboflavina y L-carnitina, que aumentan la actividad cerebral y promueven la formación de nuevas conexiones neuronales, reduciendo así el riesgo de enfermedad de Alzheimer.

• Para huesos sanos

La gran cantidad de vitaminas, minerales y fósforo que contienen las almendras es muy propicia para la salud ósea. El fósforo previene afecciones como la osteoporosis y también fortalece los huesos y los dientes.

• Regulan la presión arterial

Una dosis significativa de potasio regula naturalmente la presión arterial. Por el contrario, el bajo contenido de sodio ayuda a reducir las fluctuaciones de la presión arterial.

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