La limonada casera, un refresco muy popular que también puede ser un excelente aliado para tener un vientre plano. Esto se debe a que nos ayuda a limpiar el estómago, que cuando está cargado de toxinas se hincha notablemente. Una situación que nos conduce a retener líquidos, lo que externamente se traduce como un notable aumento de nuestra cintura.
Además, la ingesta de limonada –al igual que ocurre cuando bebemos agua- nos ayuda a mejorar nuestros procesos digestivos; o, en caso de que ya los tengamos, a eliminarlos.
Así pues, si queremos mejorar nuestra salud (sobre todo en lo que a funcionamiento del aparato digestivo se refiere) lo mejor es que bebamos limonada. Una acción que contribuirá a mejorar nuestro aspecto y nuestra salud.
Limonada casera: receta
Para preparar una excelente limonada casera necesitaremos los siguientes ingredientes (son cantidades para obtener hasta dos litros de bebida):
- 2 litros de agua.
- 2 limones.
- Medio pepino mediano.
- Una docena de hojas de menta.
- Ralladura de jengibre al gusto.
Preparar la limonada casera es un acto sencillo que no requiere conocimientos previos de cocina. De hecho basta con:
- Pelar y cortar en rodajas el pepino.
- Cortar en rodajas los limones.
- Poner en una jarra grande dos litros de agua.
- Agregar al agua los pepinos, los limones y el jengibre rallado (añade tanta cantidad como desees).
- Lavar las hojas de menta eliminando cualquier resto de polvo. Agregarlas a la bebida.
- Remover bien todos los ingredientes.
- Dejar reposar el agua, en un lugar frío, durante al menos cuatro horas para que adquiera todos los sabores.
Si queremos podemos añadir también unas gotas de zumo de limón pero prescinde complemente del azúcar o del edulcorante. De lo contrario, no conseguirás que la limonada tenga el efecto deseado sobre el vientre, sino todo lo contrario. Y es que al añadirle azúcar lo estaremos convirtiendo en un refresco al uso.